Los disturbios comenzaron luego de una requisa realizada por el personal de la comisaría en el cual encontraron a uno de los internos con marihuana entre sus pertenencias.
El detenido, de apellido Ezeiza, regresaba de la salida transitoria autorizada por la justicia. Ofreció resistencia e incluso lanzó patadas y golpes de puño para evitar el procedimiento, sin embargo, fue reducido.
Pero dicha situación alteró los ánimos de los demás internos, que aprovecharon la ocasión para agredir verbalmente y amenazar con lesionar a los uniformados mediante la utilización de palos de madera que rompieron y utilizaban sus puntas afiliadas.
Según se indicó, ante la hostilidad de los mismos, intervino el grupo especial canes, y al ingresar constataron la presencia de humo en la última celda, por lo que debieron comenzar a sacar a los internos uno por uno por la fuerza, teniendo en cuenta que se mostraban hostiles y reticentes, resistiéndose a salir de las celdas.
Se logró establecer que el foco ígneo se inició sobre una cama, precisamente sobre el colchón de goma espuma; y sobre el suelo se hallaron palos y encendedores.
De la refriega, resultó lesionado el Agente Suarez Juan en su mano izquierda, siendo atendido después por personal médico estableciendo una fractura en su mano derecha producto de los golpes con los palos; y uno de los internos resulto con hematomas.
Una vez restablecido el orden, la policía realizó una requisa en ambas alas del pabellón, logrando incautar máquinas de afeitar, palos y puntas.
Asimismo, se dio intervención a Criminalística y personal de la División Drogas, quienes procedieron al secuestro de 3 gramos de cannabis Sativa, y se le imputó presunta infracción a la Ley 23737 al detenido Ezeiza, quien comenzó los disturbios, con la intervención del Juzgado Federal de Rawson.